"A cortiça lusa está de boa saúde"

Cualquier persona en España, en EE.UU. o en el Reino Unido, por ejemplo, al descorchar una botella de vino debe ser consciente del trabajo que hay detrás, desde que saca el corcho del árbol hasta la fabricación del tapón, y de que probablemente provenga de Portugal. En plena pandemia ha nacido y se ha implantado una técnica pionera, descubierta por unos investigadores lusos, para hacer desaparecer totalmente el sabor a corcho que se impregna en el vino proveniente del tapón. El artífice del descubrimiento es Orlando Teodoro, catedrático de Física de la Universidade Nova de Lisboa, y director del Centro de Física e Investigación Tecnológica de dicha universidad. La patente ya ha sido comprada por el grupo portugués Amorim, líder mundial del sector. «Han sido más de cinco años de investigación con un pequeño equipo y numerosas pruebas hasta llegar, por fin, al resultado final», precisa Orlando Teodoro. Según explica, la originalidad del proceso es no utilizar ningún tipo de solventes o aditivos para eliminar el componente químico que sale de los tapones de corcho y que habitualmente contamina el vino. «La causante de dicha contaminación es la molécula TCA», detalla Teodoro. Hasta ahora había otras técnicas que utilizaban aditivos para eliminarla, pero el equipo de este investigador lo ha conseguido con un proceso seco y 100 % natural que, llegando directamente al punto débil de unión de la TCA al corcho, lo elimina previamente de los tapones para evitar la contaminación «una vez embotellado el vino», afirma este físico, quien advierte orgulloso de que este año el grupo Amorim venderá 700 millones de tapones que incorporan esta técnica.

 

lavozdegalicia.es/noticia/mercados/2021/03/07/corcho-luso-goza-buena-salud/0003_202103SM7P12991.htm

More information